Expansión desigual: cómo el sur de Cali se volvió un enclave educativo exclusivo y genera caos urbano

La ciudad de Cali, Colombia, ha experimentado en los últimos 40 años una transformación profunda en su estructura urbana y educativa. La expansión hacia el sur derivó en la instalación masiva de sedes campestres por parte de universidades y colegios privados, desplazando la oferta educativa fuera del centro y norte de la ciudad.
Actualmente, cerca del 90 por ciento de los colegios privados operan únicamente desde estos predios campestres, que están rodeados por grandes condominios y propiedades de alto valor, muchas de ellas construidas a la vera del río Pance. Este fenómeno dio lugar a una nueva centralidad marcada por el estrato alto, generando una brecha territorial y social.
Pero el crecimiento no estuvo acompañado por una planificación vial eficiente. La necesidad de miles de estudiantes, profesores y trabajadores de trasladarse diariamente entre Cali y Jamundí, donde se ubica esta nueva zona educativa, provocó un colapso habitual en los accesos, sobre todo en horarios pico.
"Es un modelo que priorizó el negocio inmobiliario sobre la equidad urbana", opinan vecinos y urbanistas. La concentración de servicios y la falta de conectividad eficiente con otras zonas de la ciudad alimentan una lógica de segregación espacial que, a largo plazo, profundiza desigualdades.
Mientras tanto, la ciudad sigue creciendo hacia el sur, con un perfil cada vez más exclusivo y una movilidad cada vez más insostenible.