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VIDEO | “Tesoro de dios”: la nueva era de la minería en Colombia que brilla con esperanza, tecnología y justicia social

Con tecnología, empleo digno y desarrollo social, la iniciativa promete marcar un antes y un después en la extracción de oro y esmeraldas.

La minería en Colombia está viviendo un giro histórico. Por décadas, ha sido una actividad esencial pero también marcada por el trabajo informal, la falta de trazabilidad, el deterioro ambiental y el olvido de las comunidades. Sin embargo, un nuevo capítulo comienza a escribirse con el proyecto "Treasure of God" (Tesoro de Dios), una iniciativa impulsada por la empresa Lion Security, que llega con una visión de cambio profundo: tecnología de punta, impacto social real y una promesa firme de dignificar la vida de miles de familias mineras en el país.

Más que una intervención minera, Tesoro de Dios es un modelo integral de desarrollo humano y territorial que busca transformar para siempre la manera en que se extraen los recursos más preciosos del suelo colombiano: esmeraldas y oro.

Una revolución minera con propósito

Colombia es mundialmente conocida por sus esmeraldas. Muzo, Quípama, Coscuez y otras regiones del occidente de Boyacá han sido por generaciones centros vitales de extracción. A estas zonas se suman también importantes territorios auríferos como el Chocó, el Tolima, La Guajira y Antioquia, donde la riqueza del subsuelo contrasta con los desafíos sociales y ambientales de las comunidades.

El proyecto Tesoro de Dios surge como respuesta a ese contraste: una propuesta ambiciosa pero profundamente humana, que busca revolucionar el sector minero desde adentro, con principios de transparencia, sostenibilidad, inclusión y fe en el futuro.

Tecnología al servicio de la dignidad

Uno de los ejes centrales del proyecto es la implementación de blockchain como herramienta de trazabilidad. Gracias a esta tecnología, cada gramo de oro y cada esmeralda extraída podrá ser identificada desde su origen, garantizando una cadena de valor limpia, ética y verificable. Esto no solo combate el comercio ilegal y las mafias, sino que posiciona a Colombia como líder en minería transparente a nivel global.

Además, Lion Security dotará las operaciones con tecnología de última generación, enfocada en la minería ecológica: extracción de bajo impacto, uso racional del agua, manejo de residuos y protección de las fuentes naturales.

Más de 10.000 empleos con sentido

Una de las cifras más esperanzadoras es el número de empleos directos que generará Tesoro de Dios: más de 10.000 en distintas regiones del país. Pero no se trata solo de empleos, sino de trabajo formal, digno y con beneficios reales.

Cada trabajador contará con condiciones laborales justas, acceso a seguridad social, formación técnica y acompañamiento profesional. Para comunidades que han vivido décadas en la informalidad y la inseguridad, esto representa un cambio radical y profundamente transformador.

El proyecto prioriza la contratación de guaqueros tradicionales, muchos de ellos con conocimientos empíricos que serán valorizados e integrados a procesos modernos. De esta manera, se respeta y fortalece la sabiduría ancestral del pueblo minero.

Las “voladoras”: pequeños túneles, grandes oportunidades

Uno de los modelos piloto más esperados dentro del proyecto es la construcción de voladoras: túneles artesanales tecnificados, organizados en células de trabajo comunitario.

Cada célula estará compuesta por 10 trabajadores locales, organizados en cooperativas o grupos solidarios. El proyecto instalará inicialmente 20 voladoras en Boyacá, como fase de arranque, dotadas con campamentos, herramientas, seguridad industrial y alimentación.

Los beneficios de la producción se distribuirán de la siguiente manera:

60% para el proyecto Tesoro de Dios, para reinversión, sostenimiento y expansión y financiación.

40% para la comunidad, repartido equitativamente entre los trabajadores de cada célula.

Este modelo garantiza tanto rentabilidad como empoderamiento, con trazabilidad desde la base y una economía circular local que dinamiza las regiones.

Desarrollo social: educación, salud y futuro

Más allá de la actividad extractiva, Tesoro de Dios tiene un fuerte componente social. La minería es solo el motor inicial de una transformación mucho más amplia. En las zonas de influencia del proyecto, Lion Security implementará programas comunitarios en:

Educación: apoyo escolar, becas técnicas y universitarias, programas de alfabetización digital.

Sanidad: brigadas médicas, fortalecimiento de puestos de salud, acceso a medicamentos y atención básica continua.

Agricultura: fomento de huertas comunitarias, apoyo a pequeños productores, programas de soberanía alimentaria.

Empoderamiento femenino: capacitación, empleo y acompañamiento para mujeres cabeza de hogar, con enfoque en autonomía económica y liderazgo social.

En cada territorio, los proyectos serán construidos de la mano con la comunidad. No se trata de imponer modelos, sino de escuchar, co-crear y construir juntos una visión común de bienestar.

Una visión espiritual y transformadora

El nombre Tesoro de Dios no es casualidad. Para Lion Security, este proyecto tiene también una dimensión espiritual. Se trata de devolverle dignidad y propósito a una actividad históricamente golpeada, y de reconocer que cada persona, cada mina, cada piedra tiene un valor que va más allá de lo material.

En palabras del equipo directivo:

“Creemos que la riqueza de Colombia no está solo en su tierra, sino en su gente. Nuestro proyecto es un acto de fe en ese talento y en ese futuro posible que merecen las comunidades mineras.”

El camino que comienza

La fecha de inicio oficial del proyecto será el 20 de mayo de 2025, marcando un hito para la historia minera del país. Desde ese día, comenzará un proceso que no solo extraerá minerales, sino también esperanza, justicia y prosperidad para territorios que lo han dado todo, pero que han recibido muy poco.

Colombia está llamada a ser un referente mundial en minería ética, sostenible y humana. Y con Tesoro de Dios, esa posibilidad ya no es un sueño: es un plan en marcha, con los pies en la tierra y la mirada puesta en el cielo.

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