VIDEO | Si le pagaran por hacer las cosas bien sería pobre: Petro desafía a la democracia al intentar monopolizar la TV

El Consejo de Estado de Colombia, máximo tribunal en asuntos contencioso administrativos, ha asestado un duro golpe a la estrategia comunicativa del presidente Gustavo Petro.
En una resolución reciente, ordenó suspender la transmisión de los consejos de ministros en canales privados, locales, regionales y comunitarios de televisión abierta, argumentando que esta práctica vulnera el derecho fundamental a la información. La decisión expone cómo el Gobierno, lejos de promover transparencia, ha incurrido en un abuso de poder al acaparar los espacios mediáticos.
“Le toca a la población desplazarse al pluralismo a los canales públicos” dice @PetroGustavo llorando porque el Consejo de Estado le puso coto a sus cadenas en TV para hacer Consejos de Ministros.
— El Destapador (@ElDestapadorCol) April 11, 2025
Como si no hubieramos visto en lo que convirtieron RTVC 🤡pic.twitter.com/oXhO85nWlZ https://t.co/20lIGGfXK0
¡BIEN POR ESTE FALLO!
— Adriana Martinez (@AdrianaVeterin) April 12, 2025
Esto no es un Consejo de Ministros, es una cadena de manipulación con presupuesto público. Una jugada para lavarle el cerebro a la gente disfrazada de “pedagogía”.
Petro nos quiere quitar hasta el control del televisor. pic.twitter.com/HvuBGOe3uW
En efecto, el tribunal señala que el derecho a la información implica libertad de elección, no imposición. Cuando Petro ordena la emisión de los consejos en horarios estelares, de 19 horas a 22 y 30, fuerza a la ciudadanía a consumir su narrativa o, simplemente, apagar el televisor.
Este horario, según el Consejo, es clave para el acceso al ocio, la cultura y la información plural, derechos que el presidente parece ignorar en su afán de protagonismo. Así, la resolución desnuda una maniobra que, bajo el pretexto de la transparencia, busca monopolizar la atención pública.
Por su parte, Petro defendió en febrero estas transmisiones, asegurando que hacían públicas las discusiones del Gobierno. Sin embargo, la realidad dista de esa retórica. La primera sesión, emitida el 4 de febrero, mostró tensiones internas, como los reclamos de la vicepresidente Francia Márquez por nombramientos en el gabinete, más que un ejercicio de rendición de cuentas. Lejos de esclarecer, estas emisiones han servido como escenario para la autopromoción, dejando a los canales privados sin margen para ofrecer contenidos diversos.
No obstante, la reacción de Petro ante la resolución revela su resistencia a acatar el fallo. En una publicación en X, calificó la decisión como un acto de censura, afirmando que “los asuntos públicos son públicos”.
Esta postura, además de desafiante, ignora el núcleo del problema: no se trata de censurar, sino de garantizar que los ciudadanos no sean rehenes de su agenda mediática. Su insistencia en victimizarse refuerza las críticas sobre un estilo de gobernar que confunde transparencia con espectáculo.
En consecuencia, el Consejo de Estado permite que los consejos se transmitan en canales públicos nacionales, una vía que respeta el equilibrio entre acceso a la información y pluralidad. Mientras tanto, Petro enfrenta un revés que pone en entredicho su compromiso con la democracia. Su afán por controlar el relato, en lugar de fortalecer el debate público, lo aleja del mandato que juró cumplir.