Cree que sigue en la guerrilla: Petro continúa en pie de guerra contra las empresas prestadoras del servicio eléctrico
El presidente Gustavo Petro ha intensificado su enfrentamiento con las empresas de servicios eléctricos, acusándolas de negativa a colaborar con el nuevo modelo de tarifas que pretende imponer.
En un desmedido ataque, Petro señaló que las compañías no han mostrado disposición para dialogar, y se ha mostrado furioso ante su resistencia a las reformas que su gobierno pretende aplicar en el sector energético.
Brookfield fue traída como único proponente en la venta de Isagen.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) January 14, 2025
Vargas Lleras y Guillermo Cárdenas, supieron evitar las propuestas de EEB y EPM para una venta leonina a Brookfield de una de las mayores riquezas de Colombia: el agua.
Desde entonces las tarifas de energía… https://t.co/Q1A0Qxku7s
Sin embargo, lo que Petro omite, como siempre, es la realidad del mercado y la situación que sus decisiones están generando. En lugar de escuchar las preocupaciones de las empresas sobre el impacto de las nuevas tarifas y la insostenibilidad que pueden generar, el mandatario parece preferir el camino de la confrontación.
Su actitud agresiva solo refleja la incapacidad para gestionar de manera efectiva las políticas energéticas, sumando tensiones innecesarias y sin aportar soluciones reales.
El presidente ha utilizado el recurso fácil: culpar a las empresas privadas de todos los problemas del sector, cuando en realidad su propio gobierno ha fracasado al no ofrecer un panorama claro y estable para los actores económicos del país.
En lugar de fomentar el diálogo y el entendimiento, Petro prefiere atacarlas públicamente, buscando enemigos externos para distraer la atención de los problemas estructurales que él mismo ha empeorado con su gestión.
El rechazo de las empresas al nuevo modelo tarifario no es más que un reflejo de la desconfianza que genera un gobierno incapaz de prever las consecuencias de sus políticas y de ofrecer soluciones coherentes.
En lugar de mejorar el servicio eléctrico y buscar una transición justa para los consumidores, Petro parece más interesado en imponer sus ideas de forma autoritaria, sin considerar el impacto real que esto tendrá sobre la economía y las personas.
Este enfrentamiento solo evidencia que Petro sigue siendo un presidente distante de la realidad, dispuesto a atacar a quienes cuestionan su enfoque sin importarles las repercusiones para el bienestar de los ciudadanos.
Las empresas no deben ser las chivos expiatorios de una gestión fallida que no ha logrado ofrecer soluciones estructurales para el sector energético.