¡La ley del caos!: Petro avala el divorcio unilateral y pone en peligro la estabilidad familiar
El Congreso de la República, bajo la influencia de un gobierno cada vez más radical y alejado de los valores tradicionales, aprobó la ley que permite el divorcio unilateral en Colombia, una medida que ha sido sancionada por el Gobierno de Gustavo Petro el 27 de diciembre de 2024, dando luz verde a la destrucción del concepto mismo de familia.
La Ley 2442 establece que cualquier colombiano, sin importar el daño emocional o social que pueda causar, podrá divorciarse de su pareja por "simple voluntad".
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— Río NoticiasCo (@RioNoticiasCo) January 4, 2025
Con esta polémica iniciativa, el Gobierno Petro y su séquito de congresistas sumidos en un activismo de avanzada, deciden que el matrimonio, esa institución sagrada que ha sostenido a la sociedad, puede romperse por cualquier capricho. Según el texto aprobado, cualquier cónyuge podrá presentar la demanda de divorcio en cualquier momento, sin importar que su pareja no esté de acuerdo, sin importar que no haya razones que justifiquen este acto tan devastador para el núcleo familiar.
El congresista David Luna, del partido Cambio Radical, promotor del proyecto, lo explicó con asombrosa ligereza: "Cualquier colombiano, hombre o mujer, puede solicitarle a un juez divorciarse de su pareja por mil razones, entre otras, porque se le puede acabar el amor".
Con esto, un país entero puede ver su estabilidad familiar desmoronarse a causa de una simple crisis de pareja o un simple impulso. Esto es un paso más hacia el caos social y la desintegración de la familia como la conocemos.
El gobierno de Petro se ha aliado con quienes quieren acabar con la estabilidad de las familias colombianas, y se ha ensañado especialmente contra las mujeres que, en lugar de ser protegidas en sus derechos, ahora tendrán más facilidades para dividir hogares sin contemplar los efectos devastadores que esto podría tener para los hijos y la estructura social.
La ley también establece una medida sumamente peligrosa para la estabilidad familiar, ya que incluye el “divorcio por la sola voluntad de cualquiera de los cónyuges” como una nueva causal.
Esto parece una nueva victoria para el caos social, y los defensores de esta ley aseguran que es una herramienta contra la violencia intrafamiliar, pero el objetivo real es claro: destruir lo que queda de la noción de familia en Colombia. En lugar de fortalecer los lazos familiares, esta ley promueve la disolución instantánea y sin consecuencias.
El matrimonio, esa institución que ha sido el pilar de la sociedad colombiana durante siglos, ahora es tratado como una mera formalidad que puede ser destruida con la firma de un papel. Los que defienden esta ley, como la congresista Katherine Miranda, insisten que se trata de una “ley progresista” que beneficia a las mujeres, pero en realidad es solo una excusa para desmantelar la estructura familiar y hacer de Colombia un país más débil y dividido.
Al final, el gobierno de Gustavo Petro está empujando al país hacia un futuro incierto, donde la desconfianza, el divorcio a la carta y la ruptura de los valores tradicionales amenazan con destrozar el tejido social de la nación.