Todo lo que toca lo rompe: Petro tomó una medida que hará pagar de más a los pensionados a partir de 2025
El Gobierno de Gustavo Petro enfrenta un nuevo frente de cuestionamientos tras la aprobación de la Ley 2381 de 2024, que establece el Sistema de Protección Social Integral para la Vejez, la Invalidez y la Muerte. Popularmente conocida como la reforma pensional, esta norma implementa un sistema de pilares y cambios significativos en la gestión de los aportes para la pensión integral de vejez, pero no sin polémica.
Uno de los puntos más controvertidos es la introducción de un nuevo descuento dirigido a ciertos pensionados, una medida que, aunque busca fortalecer el Fondo de Solidaridad Pensional y ampliar la cobertura para hogares de bajos ingresos, recae sobre las mesadas de quienes reciben pensiones más altas. Este cobro comenzará a aplicarse a partir de julio de 2025, con deducciones que van del 1 al 2 por ciento dependiendo del monto de la pensión.
💥Inicia la entrega del Bono Contra La Guerra Económica indexado para los pensionados a través de la Plataforma Patria. El monto otorgado es de Bs.2.200 equivalentes a US$42,84.
— Petro Divisa 🪬₿ (@PetroDivisa) December 20, 2024
Según la ley, quienes perciban menos de diez salarios mínimos (aproximadamente 13.000.000 de pesos) estarán exentos del descuento. Sin embargo, los pensionados con ingresos entre diez y 20 salarios mínimos tendrán una deducción del 1 por ciento, mientras que aquellos que superen los 20 salarios mínimos verán una reducción del 2 por ciento en sus mesadas.
El Gobierno argumenta que esta medida es clave para financiar ayudas como el bono pensional para los sectores más vulnerables, promoviendo un sistema que califica como “más equitativo”. No obstante, el impacto en los pensionados que contribuyeron durante años para alcanzar mesadas más altas ha despertado una ola de críticas, ya que muchos consideran que esta política castiga el ahorro y el esfuerzo laboral.
Adicionalmente, los recursos obtenidos se destinarán a la Subcuenta de Subsistencia, la cual, según la norma, pretende reducir las desigualdades en el acceso a las pensiones. Sin embargo, este enfoque ha generado dudas sobre la sostenibilidad del sistema y la efectividad de las medidas redistributivas propuestas.
En el Pilar Contributivo, la ley establece que las cotizaciones no podrán ser inferiores al salario mínimo legal vigente, salvo para quienes cotizan por semanas. Aunque esta disposición intenta adaptarse a las dinámicas laborales actuales, plantea interrogantes sobre cómo garantizará el cumplimiento en sectores informales, que representan un alto porcentaje de la fuerza laboral en el país.
La reforma, liderada por el Ministerio del Trabajo, se presenta como un paso hacia la equidad, pero las críticas al Gobierno Petro apuntan a que las medidas implementadas, lejos de resolver problemas estructurales, imponen nuevas cargas a los pensionados que ya han cumplido con sus contribuciones, generando descontento entre amplios sectores de la población.