Polémica elección de magistrado de la Corte Constitucional deja en evidencia injerencia del Gobierno de Gustavo Petro
El Senado de la República llevó a cabo la elección del nuevo magistrado de la Corte Constitucional en medio de un proceso plagado de irregularidades y divisiones políticas que han generado duras críticas hacia el Gobierno de Gustavo Petro. Miguel Polo Rosero, jurista ampliamente conocido, fue elegido con 57 votos frente a los 47 obtenidos por Diana Dangond, luego de una segunda sesión necesaria tras un inédito empate en la primera votación.
El proceso estuvo marcado por denuncias graves, como la aparición de tarjetones adicionales en la primera ronda, realizada el 18 de noviembre. Estas irregularidades, calificadas por algunos senadores como sabotaje, evidenciaron las tensiones entre sectores alineados con el gobierno y la oposición, trasladando al ámbito judicial las disputas políticas que han dividido al Congreso.
Felicito a Miguel Polo Rosero. Un gran triunfo. pic.twitter.com/3sDSliHsaS
— Gustavo Petro (@petrogustavo) November 19, 2024
La elección adquiere una relevancia crítica debido al papel fundamental que desempeña la Corte Constitucional en el análisis de reformas estructurales impulsadas por el Ejecutivo. La influencia del nuevo magistrado será decisiva en temas de alto impacto político y social, lo que genera preocupación por las sospechas de manipulación gubernamental en este proceso.
Tras conocerse el resultado, Gustavo Petro celebró la elección como una “gran victoria” a través de su cuenta de X. Sin embargo, su postura fue inmediatamente cuestionada por figuras de distintos sectores políticos.
La congresista Katherine Miranda, del Partido Verde, denunció que la elección estuvo viciada por “chantajes y presiones” ejercidos desde el Ejecutivo. “¿Cómo puede ser independiente un magistrado electo por los chantajes del gobierno nacional?”, escribió en sus redes sociales, subrayando la desintegración de la separación de poderes.
Desde la oposición, la senadora Paloma Valencia señaló que la elección responde a los intereses de Petro y anticipó un panorama preocupante con una Corte dominada por una mayoría afín al gobierno. Por su parte, el senador Jota Pe Hernández expresó que las maniobras del gobierno para inclinar el resultado fueron evidentes, denunciando un cambio repentino en la postura de varios senadores durante la segunda sesión de votación.
Estas críticas no son aisladas. Diversas figuras políticas, incluso algunas cercanas al oficialismo, han manifestado su preocupación por la legitimidad del proceso. Roy Barreras, embajador de Colombia en Reino Unido, dejó entrever su descontento con un críptico mensaje: “POLO a tierra…”. Mientras tanto, opositores como Pola Holguín advirtieron sobre las implicancias a largo plazo, comparando la situación con la crisis institucional vivida en Venezuela.
La elección de Miguel Polo Rosero se produce en un contexto de alta sensibilidad para el gobierno, que busca la aprobación de reformas claves. La posibilidad de que estas iniciativas terminen siendo revisadas por una Corte Constitucional con fuertes vínculos al Ejecutivo no solo erosiona la credibilidad de las instituciones, sino que también refuerza las críticas sobre la concentración de poder en manos del presidente Petro.
En medio de este escenario, las tensiones en el Congreso y las denuncias de injerencia gubernamental refuerzan la percepción de que el gobierno está dispuesto a sacrificar la independencia judicial para consolidar su agenda, generando un peligroso precedente para la democracia.