En un comunicado, la CGT expresó que no respaldará esta marcha ni ninguna acción en defensa del gobierno de Petro, señalando que su prioridad es la defensa de los derechos de los trabajadores y la protección de las instituciones democráticas del país. La organización subraya que su independencia y autonomía son fundamentales, y que no se alineará con el gobierno ni con sus reformas, algunas de las cuales considera "discutibles" y carentes de un debate adecuado y abierto con todos los sectores sociales.

La CGT también criticó el estado del diálogo social en Colombia, afirmando que el gobierno está excluyendo a sectores que no comparten sus propuestas. La entidad cuestiona particularmente la reforma laboral, argumentando que no generará empleo ni reducirá la informalidad, y que tiene un marcado sesgo ideológico. También critica la reforma pensional, señalando que perjudicará a muchos trabajadores, ya que las personas con cotizaciones insuficientes recibirían devoluciones de dinero que están por debajo de la línea de pobreza.