El Decreto 763, emitido el 18 de julio, establece ajustes en el precio del diésel para grandes consumidores. Este decreto aplica a empresas con operaciones logísticas especiales que consumen más de 20.000 galones mensuales, como las empresas de petróleo, mineras y cementeras. Estas entidades deberán comprar el diésel directamente a los distribuidores mayoristas, y el precio del combustible para estos consumidores estará alineado con el mercado internacional a partir del 2 de agosto de 2024.

El anuncio ha generado diversas reacciones. Humberto Amín, concejal de Bogotá por el Centro Democrático, calificó la medida como un “golpe certero del Gobierno de Gustavo Petro al gremio transportador del país”. La Cámara Intergremial del Transporte (Unidos) también expresó su preocupación, argumentando que el aumento del precio del diésel podría impactar negativamente la inflación, que en junio de 2024 se ubicó en 7,18 por ciento interanual. Esto podría resultar en incrementos en los precios de productos esenciales como ropa, medicamentos y alimentos, afectando a los consumidores colombianos.

El precio del galón de diésel en Colombia permaneció estable durante cuatro años, desde la pandemia de COVID-19. Actualmente, el precio promedio a nivel nacional es de 9.614 pesos. Sin embargo, hay variaciones significativas entre ciudades. Por ejemplo, en Bogotá, el precio es el precio mencionado, mientras que en Cúcuta es significativamente más bajo, con 7.307 por galón.

Según la Confederación de Distribuidores Minoristas de Combustibles y Energéticos (Comce), la demanda de ACPM aumentó ligeramente un 0,80 por ciento en el primer semestre de 2024. Este incremento fue impulsado principalmente por un crecimiento superior al 3 por ciento durante enero y febrero, y un aumento del 9,16 en abril. Sin embargo, la tendencia se revirtió en los últimos dos meses del semestre, con decrecimientos del 1,83 por ciento y 2,54 respectivamente.

El consumo de diésel se concentra principalmente en los departamentos de Antioquia, Cundinamarca, Valle del Cauca y Cesar, y en los municipios de Bogotá, Medellín, Aguachica, Cali y Cartagena. De estos, solo Cali y Cartagena experimentaron un crecimiento en el consumo durante este periodo.

El aumento propuesto en el precio del diésel presenta un desafío significativo para el sector del transporte en Colombia. Mientras el Gobierno busca ajustar los precios para reflejar las realidades económicas y cerrar brechas financieras, los gremios y consumidores temen el impacto negativo en la inflación y en la economía general. Con la implementación del Decreto 763, se espera que las grandes empresas adapten sus operaciones a los nuevos precios, mientras el país observa con atención las repercusiones de esta medida en la economía y el bienestar de los ciudadanos.