La decisión, que alteró su agenda y lo trajo de vuelta a Colombia tras la aprobación de la reforma pensional en la Cámara de Representantes, fue objeto de comentarios variados en redes sociales. Sus críticos percibieron el gesto como un "guiño" a Rusia y un posicionamiento en el conflicto entre Israel y Palestina en Medio Oriente.

La cumbre en Zúrich era significativa porque Petro se encontraría con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, junto a más de 90 representantes de países que discutirían alternativas para finalizar la guerra. Al cancelar su participación, el presidente desestimó esta oportunidad.

“El papel activo de Colombia a nivel global en temas de paz será el eje central de la visita oficial del presidente Gustavo Petro a Suecia y de su participación en la Conferencia para la Paz en Ucrania, en Suiza, agendas que se desarrollarán entre el 12 y el 16 de junio próximos”, había señalado previamente la presidencia en un comunicado, subrayando la importancia de la presencia de Petro en Suiza.

Gaviria, considerado el arquitecto de la política de seguridad democrática del Gobierno, no tardó en expresar su descontento. En su mensaje, cuestionó las alianzas de Petro con regímenes autoritarios y acusó al presidente de alinear a Colombia "con los chicos malos" de la geopolítica.

“Petro no está por la paz en abstracto, sino por el triunfo del agresor, Rusia. Petro pertenece a un bloque político (Venezuela, Nicaragua, Irán, Corea del Norte, Hamás, Cuba...), aliados del país agresor. Petro alineó a Colombia con los chicos malos de la geopolítica. Nunca pensó seriamente ir a la convención de países que apoyan al país agredido, Ucrania”, escribió Gaviria.

Explicó que hasta el 10 de diciembre de 2023, Argentina –gobernada entonces por Alberto Fernández– formaba parte del Foro de Sao Paulo y apoyaba a Rusia. Sin embargo, con la llegada de Javier Milei al poder, Argentina cambió su postura para defender la causa de Ucrania.

Gaviria concluyó con una advertencia de cara a los comicios presidenciales de 2026: “El 7 de agosto de 2026, Colombia debería volver a votar como un país decente, contra agresores como Rusia y Hamás”, subrayó, enfatizando la necesidad de que los sectores de la derecha alcancen consensos para una candidatura única.