“En agosto de 2022 hasta la mitad de eso en octubre de este año. Esto no es inusual para los presidentes colombianos, quienes tienden a tener índices de aprobación por debajo del 50 por ciento durante la mayor parte de sus mandatos”, dice este semanario.

Haciendo seguimiento a los 14 meses del gobierno Petro, The Economist destaca que tuvo un buen comienzo, formando un gobierno de coalición moderado lleno de ministros experimentados y que logró la aprobación de la reforma tributaria, sin contar el acercamiento con los ganaderos y los avances en el plan de paz.

No obstante, sostiene que “eso no fue suficiente para Petro. En abril, cuando ministros centristas se opusieron a una reforma de salud que habría transferido el control del financiamiento de la salud de los proveedores privados al estado, disolvió la coalición y despidió a un tercio de su gabinete”.

Además de esto, resalta que “se volvió dogmático” y gran parte de su gabinete hoy en día está compuesto por personalidades afines a la izquierda política, con quienes ha intentado “gobernar por decreto de emergencia, pero la Corte Constitucional ha podido revertir sus acciones”.

Es por esto que para el medio británico, los aliados del gobierno y candidatos cercanos o relacionados a este gobierno, no tendrán buenos resultados en las elecciones regionales del próximo 29 de octubre, incluyendo a Bogotá, donde compite uno de sus alfiles, Gustavo Bolívar.

“Algunos temen que una derrota abrumadora lleve al presidente a reaccionar agresivamente. El gobierno ya está retrasando los fondos para ciertas ciudades, revocando licencias para sus proyectos e interfiriendo de cualquier manera que pueda”, agrega el editorial.

The Economist también se refirió a la reciente visita del presidente Petro a China, donde habló con su homólogo Xi Jinping y criticó que el tema central de dicho encuentro haya sido el metro de Bogotá, resaltando que el país tiene prioridades urgentes que fueron desconocidas por el mandatario de los colombianos.

“El enfoque desordenado de Petro hacia la política exterior tampoco está ayudando. Toma a China como ejemplo. El país podría expandir los puertos de Colombia, construir carreteras en el interior y proporcionar inversión en energías renovables. En cambio, antes de reunirse con Xi Jinping, el líder de China, Petro indicó que su prioridad era hablar sobre el metro en Bogotá”, concluyó este medio.