El exmilitante del M-19 pidió un juicio político en el Congreso de la República para el presidente debido a la presunta filtración de los dineros a su campaña, hechos que el también excongresista denominó como “suficientemente fuertes”. Lucio le indicó a Semana que los entes correspondientes deberían llevar a cabo la iniciativa, teniendo en cuenta que es una “obligación constitucional”.

El excongresista indicó que el escándalo en el que se encuentra involucrado Nicolás Petro abarca una serie de hechos que violan la Constitución Política de Colombia, haciendo énfasis en que es a raíz de aquellas infracciones a la ley que se deben evaluar las consecuencias jurídicas e institucionales. Lucio puntualizó en que el país debe buscar una salida a este tipo de hechos.

Para el exmilitante del M-19, el hecho de que quienes denunciaron las irregularidades en la campaña presidencial hayan sido los propios amigos del presidente, y no sus enemigos políticos, es un aspecto muy claro de la gravedad de lo sucedido. De hecho, Lucio definió a Nicolás Petro, que dio a conocer los hechos en medio de la audiencia que se adelantaba en su contra, como el líder político más importante para el mandatario en la Costa Atlántica, ahondando en la trascendencia de sus declaraciones.

Y es que, según señaló el excongresista, la gestión del presidente de la República, Gustavo Petro, durante su primer año de mandato no representa en absoluto los ideales del M-19, grupo armado del cual ambos hicieron parte en décadas anteriores. Para él, las actitudes del mandatario, así como los “hechos de gobierno” que se han desarrollado bajo su mando, van en contravía de lo que la organización guerrillera expresaba en su momento.

Las críticas sobre el mandatario no parecen cesar en medio de un panorama en el cual, a pesar de haber completado un año de mandato el 7 de agosto de 2023, las escándalos que lo involucran parecen afectar su imagen. De hecho, en las más recientes encuestas desarrolladas por EcoAnalítica y Guarumo, ciudades como Bogotá y Medellín registraron una desaprobación de la gestión del presidente del 53,4 y 46,6 por ciento respectivamente.